jueves, 22 de enero de 2015

Sleater-Kinney y Broad City: dos generaciones de feministas


Corin Tucker y Carrie Brownstein ya eran unas veteranas de la escena local en los años noventa: ambas cantaban y tocaban la guitarra, inspirándose y creciendo con las mujeres jóvenes y autodidactas que se movían a su alrededor. A principios de esa década, el underground americano era total y asquerosamente masculino, y las riot grrrl florecieron como un movimiento más que necesario que intentaba despegarse las etiquetas que le habían colgado a las mujeres en la frente. Aunque su influencia en toda una generación de artistas es innegable, el movimiento implosionó, derribado por luchas internas y el narcisismo de las pequeñas diferencias. 

Las riot predicaban el individualismo y favorecieron un sonido muy particular: el de los dos o tres acordes, letras incendiarias y melodías monótonas y chillonas. Sleater-Kinney, sin embargo, empujaron esos límites, y mantuvieron vivas las cenizas de un movimiento que ya estaba disolviéndose para experimentar con nuevos sonidos. Nadie sabía hablar de las “women in rock” sin condescendencia, así que el calificativo “riot grrrl” las persiguió durante años, pero a medida que su sonido maduraba y se volvía más poderoso, el apelativo fue quedando atrás. 

Han grabado siete discos en once años, y su discografía es prácticamente impecable. Mejoraron en construcciones, en técnica y se convirtieron en unas contadoras de historias. A medida que pasaban los años en sus cuentos punk, y al contrario de lo que la juventud enérgica y radical sugiere, los temas parecían más y más incontenibles. Y un par de años después de girar con Pearl Jam y conseguir el reconocimiento generalizado que merecían, se separaron. Diez años más tarde, su recopilatorio Start Together incluía, para sorpresa de los fans, un nuevo single que llevaba escrita una fecha: 20 de enero de 2015.


El regreso de las lobas daba miedo: ¿habrán embotellado la tormenta eléctrica? Nada más lejos de la realidad, No Cities to Love es uno de sus discos más ruidosos. Las diez canciones son un castillo de naipes a punto de desplomarse en todo momento. En su nuevo disco hay crisis económicas, pesadillas, odas al cabreo e himnos no sentimentales sobre cuantísimo mola tocar música. Menos mal. Nadie suena, ni ha sonado nunca, como ellas, y desde las primeras notas queda más que claro que forman un producto único y radiactivo. “It’s not a new wave, it’s just you and me.”

Sleater-Kinney sigue siendo la banda feminista más importante de su generación, no solo por cómo plasmaron los ideales del movimiento, sino por mostrar que es posible trascender sus fronteras sin hundirse en lo cómodo y lo digerible. El absoluto respeto de crítica y público por ellas durante toda su carrera apunta a un horizonte (por favor, llega ya) en el que las “bandas femeninas” se llamarán solo “bandas” y los “women issues” serán simplemente “problemas humanitarios” concernientes a todos.

Abbi Jacobson e Ilana Glazer, las protas y creadoras de Broad City, entrevistaron el pasado viernes a la banda en el sótano del Ace Hotel de Nueva York. Entre otras cosas, Janet Weiss se quejaba de que siempre mencionen su género como un interés especializado o comparen su sonido solo con el de otras bandas formadas por mujeres, e Ilana recordaba lo cansada que está de que comparen Broad City con Girls: “If you’re an ‘other,’ they want you to beat up the other ‘other.'” 

En nuestros días, donde el mensaje feminista ha calado en alguna que otra mente, las publicaciones siguen catalogándolo y resaltándolo de tal forma que nunca parezca normalizado. No vaya a ser que parezcamos personas. Va a la altura de “Deportes” o “Tecnología”, salvo que “Feminismo” siempre será una abominable subcategoría traducida erróneamente como “girl band” o “shows for girls”. No podría existir Broad City sin la influencia de Sleater-Kinney, y Broad City ya está ejerciendo su propia influencia en otra generación. En esta carrera de fondo, los relevos son de calidad.

2 comentarios:

  1. "el underground americano era total y asquerosamente masculino"......Toma ya, yo sin embargo nunca diría por ejemplo que la gimnasia rítmica es asquerosamente femenina

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  2. Totalmente de acuerdo. Para saber más sobre feminismo asqueroso aquí http://nubr.co/LPrNhK

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